Ruta Fenicia de la Bahía
Qué visitar en la Ruta Fenicia de la Bahía de Cádiz
Fue hace 3.000 años cuando los navegantes fenicios procedentes de Tiro y Sidón, en el actual Líbano, se adentraron hasta el extremo más occidental del Mediterráneo y traspasaron las columnas de Hércules en busca de lazos comerciales que les proporcionaron acceso, entre otras mercancías, a los preciados metales atlánticos.
En la búsqueda de estas nuevas rutas de comercio, arribaron a un archipiélago costero formado por tres islas, conocidas en la antigüedad como Eritheia (Cádiz), Kothinoussa (Cádiz - San Fernando) y Antípolis (San Fernando). Tanto la disposición geográfica de las tres islas como su cercanía al continente convertían el enclave en un puerto privilegiado entre la Europa Atlántica, el Norte de África y el Oriente Próximo y, por consiguiente, en lugar idóneo para el emplazamiento de una colonia: Gadir.
Ya los escritos de la antigüedad situaban la fundación de Gadir "ochenta años después de la Guerra de Troya" (1.104 a.C) y, aunque esta afirmación haya generado en ocasiones serias dudas, los últimos descubrimientos arqueológicos en la ciudad de Cádiz, datados en el siglo IX a.C , parecen indicar que la fundación de la ciudad no distaría demasiado de la fecha a la que hacen referencia aquellos textos.
La nueva colonia recibiría su nombre en virtud de la fisonomía que presentaba su núcleo urbano, pues Gadir quiere decir "recinto cerrado". Seguía el patrón de los asentamientos fenicios de la época, con un núcleo principal situado en alguna isla cercana a la costa (en este caso en la isla de Eritheia) y con una serie de asentamientos en tierra firme que le proporcionaban protección y suministros, como pudiera ser en nuestro caso el actual Poblado de Doña Blanca en el Puerto de Santa María, de datación muy similar y un grado de conservación muy apreciable, o el Yacimiento del Cerro del Castillo en Chiclana de la Frontera.
De gran importancia en el urbanismo de la colonia fueron los templos localizados en ambos extremos del archipiélago de las Gadeiras, hoy desaparecidos o sustituidos por otras construcciones. El dedicado a la Diosa Astarté, probablemente situado en la Punta del Nao de La Caleta en Cádiz, y el dedicado al Dios Melkart, localizado en el actual islote de Sancti Petri, dentro del término municipal de San Fernando, que alcanzó enorme importancia y notoriedad en todo el mundo antiguo.
Las necrópolis eran también un elemento de notable relevancia dentro del mundo fenicio, y el mejor ejemplo para descubrir el grado de sofisticación alcanzado por esta cultura; reflejado en sus ajuares funerarios, compuestos por piezas de inspiración egipcia de alabastro, oro, plata, cristal y joyas.
Pero sin duda las estrellas del mundo funerario gaditano son los dos sarcófagos antropoides, masculino y femenino, únicos en el occidente mediterráneo y que en la actualidad pueden ser visitados en el Museo de Cádiz junto a un buen número de restos de esculturas, cerámicas, ajuares y joyas procedentes de los enclaves fenicios hallados en las distintas localidades de la Bahía de Cádiz.