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Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros

La iglesia más importante de la ciudad, conocidas por muchos como "La Prioral". 

Historia

Como la mayoría de los edificios de la zona y la propia catedral de Sevilla, de la que recibe influencias, está construida con piedra arenisca procedente de las canteras de la Sierra de San Cristóbal, de la que se abastecieron muchas obras de la comarca.

El primer maestro de obras de la iglesia del que se tienen noticias es Alonso, o Alfonso, Rodriguez, que fue maestro mayor de la catedral de Sevilla y participó en la construcción de otras iglesias de la diócesis, algunas de ellas en Jerez, e incluso en la catedral de Las Palmas de Gran canaria. en la mayoría, además de otros muchos detalles, destaca la similitud de las portadas, con notables incluencias sevillanas. En 1493 el edificio se encontraba abierto al culto, aunque tardaría años en concluirse.

La Iglesia Mayor Prioral cuenta con tres naves cubiertas con bóvedas nervadas -la central de mayor altura y anchura que las laterales- y capillas abiertas a ambos lados de las mismas. Tiene amago de crucero y ábside. Su construcción original es gótica. De esta primera etapa queda la fachada de los pies, conocida como Puerta del Perdón, que debió quedar sin concluir, y que presenta rasgos estilísticos del gótico tardío. También el ábside o cabecera, y los muros de la iglesia, en los que aún se advierten interesantes detalles testigos de esta primera etapa. A partir de finales del siglo XVI se fueron construyendo las capillas, entre las que podemos destacar la de la Patrona, la Sacramental -reformada en el siglo XVIII-, o la de los Valera o Benavides entre otras, que se encuentran entre las más antiguas del templo.

A comienzos del siglo XVII ya se habían producido ruinas y un terremoto en 1636 acabó desplomando la nave principal y dejando el edificio en muy malas condiciones. Fue entonces cuando se acometió una reedificación del templo, que se encargó al jerezano Antón Martín Calafate, quien recibió las obras en 1647 y utilizó en su construcción los restos de la iglesia antigua que aún se conservaban: los muros exteriores, ábside y algunas capillas. La nueva obra vincula a la iglesia en estos siglos con la antigua colegiata de Jerez de la Frontera, hoy catedral. El fallecimiento de Martín Calafate obligó, a partir de 1659, a hacerse cargo de la obra a Francisco de Guindos, entonces maestro mayor de la ciudad de El Puerto. El templo, ya reconstruido aunque no definitivamente terminado, se inauguró en 1671.

Es en esta segunda etapa edificatoria cuando se levantan las bóvedas de crucería y se abren algunas capillas como las de las Ánimas o la Sacristía Mayor. Ya para entonces se había abierto la puerta lateral o del crucero, conocida como la Puerta del Sol, interesante ejemplo de fachada-retablo con elementos decorativos platerescos y barrocos. En una hornacina del cuerpo alto esta portada alberga la imagen de la Patrona, la Virgen de Los Milagros, sobre el Castillo de San Marcos, el símbolo del escudo de la Ciudad. En el interior del templo, y en la primera década del siglo XIX, fue sustituido el antiguo retablo gótico del altar mayor por un baldaquino monumental de estilo neoclásico, obra del arquitecto Torcuato Benjumeda, de características similares al de la catedral de Cádiz. Se modificó entonces todo el presbiterio, se colocaron las vidrieras y se hicieron reformas en capillas.

 

Información adicional

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